Tango en Caracas

Nena, saludame al Diego (2013) de Andrea Herrera es una pelicula divertida, ocurrente. Ludica y tambien colorida. Los personajes son explosivos y candidos. Ligeros, como el espiritu del film. Es tambien una pelicula que arranca justo cuando deberia terminar. Es decir, arranca cuando todo aquello que resulta mas interesante,  ya ha sido superado por el personaje.

Cuando el personaje protagonista aparece en la vida del espectador, aquel, aquella en realidad, ya ha tomado la decision mas importante. Ella, Sofia, quien recien regresa a Venezuela tras estudiar en Espana, se va. Esto, para hacerse argentina. No por genes, sino por gusto, por pasion, por amor al balonpie, al asado de tira, al tango, al Sur. Aunque este tan devaluado como el Norte (del Sur), aunque Diego ya no sea lo que fue.

Y como aquello que genera mayor interes ya ha sucedido, lo que resta es un viaje a la peripecia que enmascara de buena manera la comedia. Una comedia rosa, que parte de cero en cada secuencia. Para contar no el por que del viaje, sino el como. Los obstáculos solo son eso. Obstaculos convertidos en ‘gags’. Obstaculos a vencer, que se resuelven –el dinero- o no –la nacionalidad anhelada-, para medir fuerzas entre la protagonista, Sofia, y su madre, Isabel. Un pulso que va y viene entre la hija “perfecta” y la “madre coraje”. Un pulso que trastoca la progresión del film, que apunta en varias direcciones.

El asunto no esta nada facil. El cambio versus la tradición, el futuro versus el pasado. La argentinidad versus la venezolanidad. Lo seguro versus la incertidumbre. Un duelo que se extiende hacia los otros personajes, cada uno a su manera: lo masculino versus lo femenino, la irresponsabilidad versus la responsabilidad, el fracaso versus el éxito. Todo ello esta alli y funciona en aras de mantener la atención del publico, abrazado al comodin de la telerrealidad.

El encuentro de esta con un funcionario de la embajada argentina, es quizas dentro de todo el marco de posibilidades que maneja el film, el mas interesante (porque retoma el tema de la identidad). “Vos te queres ir de aquí porque no conoces esto” –palabras mas, palabras menos-, le dice este joven enamorado. Y ella no atina a reflexionar sobre esa frase. Evade, se marcha. Porque, en cierto modo, la de Sofia parece la historia de una evasión.

Su decision no es discutible, solo que como espectadores, se ha llegado tarde. Andrea Herrera y su guionista, Valentina Martinez, salvan los escollos con situaciones divertidas y una original puesta en escena acorde a las piruetas de la historia. Una y otra van comodas en sus respectivos roles. Los actores se entregan con gusto segun parece y aprecian los dialogos con chispa (una veta a explorar) que sirve la escritora. Las actrices hacen otro tanto dominado el metraje de la cinta: unas muy complices Sofia Bertolotto, Marialejandra Martin y Ananda Troconis.  Daniel Rodriguez Cegarra (quien se roba no pocas escenas) e Iair Said marcan los tantos del lado masculino.

No obstante, mas alla de su forma, de su placentera ligereza, de su falta de foco; no deja de ser interesante, importante en realidad, que en un pais donde la identidad esta tan manida, donde los símbolos que la sostienen cambian a alta velocidad, donde las calles y montanas cambian de nombre, donde los proceres mutan, donde las palabras ya no significan lo mismo, donde los anaqueles transforman en cada ida al super la identidad de la despensa; que en un pais donde todo eso ocurre alguien se pregunte “Quien soy?” eso es elocuente, a ratos, esperanzador.

Twitter: @cinemathon

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