“Gordos habla de aquello que tragamos en la vida”

Daniel Sánchez Arévalo y el actor Antonio de la Torre

Desde el estreno de Azuloscurocasinegro (2006), el madrileño Daniel Sánchez Arévalo se convirtió en uno de los realizadores a seguir de cerca en el panorama cinematográfico español. Su ópera prima le dio el Goya (a él como director y también a dos de sus actores: Quim Gutiérrez y Antonio de la Torre) y centenares de buenas críticas que pusieron en alto el listón a seguir. Con un largometraje que apunta estreno para 2011 (Primos), Sánchez Arévalo muestra en Venezuela su segundo largometraje. Lo hace en el marco de la 14 edicion del Festival de Cine Español. Gordos (2009) es una comedia con claroscuros que apuesta a los excesos del alma, que no del cuerpo.

-Han descrito a GORDOS como una comedia dramática; pero es tan amarga en ciertos aspectos que uno podría calificarla de tragedia. En Venezuela nos reímos para no llorar, pero eso no nos exime de la tragedia, simplemente le cambia el tono a la misma.
-Efectivamente es más una etiqueta comercial que algo que responda a la realidad de la película. En tono caso sería una drama cómico. La base de GORDOS es ciertamente dramática (como todo lo que escribo), pero luego no puedo evitar salpicarla de humor. Me sale de manera natural. Supongo que es una reacción natural mía tratando de sacar siempre algo luminoso y divertido de situaciones trágicas.

-En GORDOS, personajes y espectadores tragamos grueso y en cantidades. Tanta que al salir de la peli uno piensa en comer para combatir la ansiedad.
-Pues vaya, yo creí que igual provocaba todo lo contrario ;). De hecho mucha gente sale del cine concienciada a hacerse cargo de sus problemas de alimentación, o a afrontar esos problemas largamente evitados.

-Sin que busque una respuesta de gurú televisivo: La obesidad es un drama social anclado en el entorno o la sociedad es una obesa compulsiva.
La obesidad obedece a un mal de la sociedad capitalista, donde se fomenta el consumo. Consumir sin parar. Donde nunca nada es suficiente. También habla de manera metafórica de todo lo que tragamos en la vida y somos incapaces de digerir, de asumir y de expresar. Y que va haciéndonos la vida cada día más pesada.

-Quitarse el peso de la sociedad es una tarea titánica. Usted qué dieta sigue para ello.
-Pues supongo que soy una víctima más. Supongo que soy también un obeso emocional y social. Es difícil no dejarse influenciar por el entorno y que de alguna manera dicte tus decisiones en la vida.

-Se retó un poco más en GORDOS. Ha sido difícil mantener el equilibrio y el nudo de cada personaje, tomando en cuenta que el abanico era mucho más amplio (aunque la columna vertebral de la historia estuviese bien definida).
-Gordos ciertamente es mi trabajo más arriesgado hasta la fecha. Quería ir a sitios donde no me sintiera cómodo. Encarar nuevos retos a todos los niveles. Gordos es una película sobre excesos y todo en ella tenía que acercarse a eso. Siento que he estado siempre al borde del exceso, de pasarme demasiado. Pero no podía ser de otra manera. Los personajes están todo el rato al límite y eso se tenía que ver tanto en la escritura como en la interpretación. Fue un trabajo muy laborioso y complicado, en el que la complicidad y entrega de los actores ha sido fundamental.

A GORDOS no le surgieron tantos vítores (de la crítica, claro) en el patio local y uno desde la distancia, tras verla, se pregunta por qué. Cree que AZULOSCUROCASINEGRO pesó demasiado en contra de la cinta. Es esta peli una vara permanente para medirlo.
Creo que se me puso el listón excesivamente alto, que no se valoró la peli como tal, que no se tuvo que es sólo mi segunda película. Las expectativas eran tan altas que era imposible no causar reacciones adversas. Además Gordos es una película nada amable y eso también provoca cierta incomodidad y rechazo al verla a mucha gente. En cualquier caso no me quejo para nada. Es mejor generar muchas expectativas, porque eso significa que la gente confía en tu trabajo y espera cosas buenas. Prefiere asumir esa responsabilidad extra. Merece la pena.

-AzulOscuroCasiNegro le dio un nuevo tono a la cinematografía española. Una introspección y un silencio que hace imposible dejar de verla (en cada reposición). Está conciente de ello. De todo lo que palpita dentro de ese film.
-Para nada. Es más, pienso que es una película un poco sobrevalorada. En cualquier caso no me gusta regodearme en el trabajo ya hecho. Yo siempre miro hacia delante, al futuro, a seguir escribiendo y trabajando, y nunca pensar que ya he llegado a ningún sitio.

Quim Gutiérrez. Raúl Arévalo, Antonio de la Torre, su familia cinematográfica  se mantiene unida (y crece) una vez más en PRIMOS. El crecimiento parece ir en paralelo con esos intérpretes.
Tú lo has dicho, son familia. Primos es el resultado de querer volver a trabajar con todos ellos juntos. Después de Gordos necesitaba un proyecto sencillo (que no simple), algo que me ayudara a reposar y crear a la vez, a trabajar y divertirme, a lamer mis heridas de guerra y a la vez seguir avanzando. Es una comedia luminosa, sin tragedias de por medio, una película muy fácil de digerir versus el empacho de Gordos.

-Dijo no estar listo para PRIMOS y sin embargo se lanzó al agua con ella. Esa pulsión ha sido buena o mala ya al final.
-Ha sido muy buena. Me alegro mucho de haberme lanzado un poco al vacío, con todos mis miedos y neuras a flor de piel. Efectivamente estaba muy bien rodeado y protegido y todo salió muy bien. El reflejo es que Primos es claramente mi película más personal, y que tiene una energía quebradiza y vulnerable (la que yo tenía) que la hace más especial. Al menos especial para mí, no en términos de resultados, sino del proceso, que al final es lo que importa.

-Tiene el deseo de escribirlo todo. De atrapar cada idea que le viene a la cabeza o lo deja escapar como Horacio Quiroga dejando que la creatividad haga su propia decantación.
-Me decanto claramente por Horacio. Nunca me fío de esas primeras ideas que crees que son muy brillantes, Las dejo ahí plantadas en la cabeza, sin escribir ni nada, y ver cual de ellas se impone, brota y florece. Esa será la que me lleve a sentarme delante del ordenador a escribir.

-Sus dos primeras películas están muy a cobijo en cada escena. Pero en Primos se lanza usted a la carretera. Le está perdiendo el miedo al ágora o simplemente es lo que le pedía la historia.
-Es lo que pedía la historia y lo que necesitaba yo. Aire. Exponerme un poco más. Salir de mi agujero, de mi zona de comfort. Rodar en exteriores, en el mar y la montaña, fuera de casa. Dos meses en un precioso pueblo. La verdad es que ha sido una experiencia muy vital y catártica. Espero que eso se haya reflejado en la película.

-Ha escrito: Ahora nadie lee porque todos escriben. Con Youtube, vimeo y más al “aire” todos ruedan también, usted incluso no “escribió” para primos. Se montó un videoblog. David Lynch construye un film con retazos desde la web. Otro tanto Greenaway. Estamos obsesionados con la tecnología o atrapados por ella.
-Bueno, las nuevas tecnologías tienen elementos maravillosos que hay que usar y explotar, pero también su reverso tenebroso. Yo me siento muy atrapado y a la vez siento que hace todo más excitante y nuevo. Favorece la comunicación y a la vez te puede meter en una peligrosa espiral hacia la soledad. Supongo, que como todo, hay que usar y consumir en sus dosis justas.

-Javier Bardem declaró hace poco que lamentaba que en España se hiciera tan poco cine. Las cifras oficiales del cine español (aunque han caído considerablemente de 2009 a 2010 en número de largometrajes estrenados) generarían un poco de envidia desde este lado del Atlántico y el Caribe. Hacia dónde cree usted, se inclina hoy día la balanza del cine español.
-¡¿Qué se hace poco cine en España?! Se hace mucho. Demasiado de hecho. Estaría bien que la gente se lo pensara dos veces antes de meterse en un proyecto. Hay muchas películas que no tienen ningún sentido desde la génesis. Yo creo que hay que respetar más el oficio de contar historias, ser más honesto con nuestro trabajo y mucha más entrega, cariño y cuidado hacia el cine.

Esa sensación de decir el último día de rodaje: HEMOS ACABADO LA PELICULA. Y luego entrar digamos casi en solitario a la sala de montaje qué supone. Cómo es esa transición para usted.
– ¡Una maravilla! Sentir que ya tienes la película rodada, en tus manos, y volver a tu intimidad, a tu proceso creativo, sin la presión del día a día en un rodaje es muy placentero y necesario para mí.

Robert Andres Gomez

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