Pasión por el baile

Roy Scheider, nominado a Mejor actor por su estupendo trabajo en ALL THAT JAZZ

A propósito del Festival de Danza Viva Nebrada, escribí este Top Ten repotenciado sobre cintas donde el baile -que no el musical al uso- es el protagonista del cuento. No son todas, pero sí de las que más me gustan.

1.- ALL THAT JAZZ (1979). La catedral de las películas dedicadas a la danza. La dirigió por supuesto el gran Bob Fosse y fue nominada a nueve premios de la Academia (ganó cuatro de ellos), incluido Mejor película. Narra la historia de un respetado coreógrafo que en el umbral de su muerte danza con ella misma, juega a seducirla, mientras prepara su último espectáculo. Exquisita película mostró al mejor Roy Scheider, un actor poco apreciado por Hollywood y relegado a la serie B al final de su carrera. También fue el mayor espaldarazo para Jessica Lange quien en el rol de la Muerte, confirmó que era mucho más que la novia de King Kong y en realidad una actriz en ciernes. La secuencia inicial de esta historia es antológica.

2.- MOMENTO DE DECISIÓN (1979). Once nominaciones al Oscar, incluyendo película, director (Herbert Ross) y actriz (Anne Bancroft). Dos viejas amigas, bailarinas de ballet, se reencuentran mucho tiempo después, tras tomar cada una direcciones distintas en sus vidas. Una se ha convertido en una estrella internacional, la otra ha colgado las zapatillas para ser ama de casa. En un breve encuentro, revisan las decisiones que cada una tomó en su momento. Reavivan amores, rivalidades y sueños. Y estallan en una gran pelea en pleno teatro. Estupendo «Pais de Deux» de Bancroff y Shirley MacLaine. Mijail Barishnikov hacía su primer pinino cinematográfico en esta cinta. 

3.- FIEBRE DEL SÁBADO POR LA NOCHE (1977). La dirigió John Badham y la protagonizó John Travolta, un actor que se convirtió en un sex symbol gracias a su personaje en este film: Tony Manero, un joven trabajador que los sábados por la noche se transforma en un «superhéroe» de las pistas de baile. Un rey de las discotecas con el desenfado de Pedro Navaja. De la chica de sus sueños –Donna Pescow-, en esta historia nadie se acuerda. Un poco después, el mito de Tony naufraga cuando Sylvester Stallone lo lleva al escenario con mallas y coreografías acrobáticas en Sobreviviendo.

4.- BILLY ELLIOT (2000). La cinta que presentó al director Stephen Daldry y al actor Jamie Bell al mundo. Hermoso melodrama sobre un niño que descubre su pasión por la danza y el ballet. En el marco de una huelga de mineros en el condado de Durham (Inglaterra), el chico elude los prejuicios de su padre y hermano e intenta hacerse un futuro lejos de las minas. Daldry muestra su sensibilidad para aproximarse al sueño del joven, pero también para armar el contexto laboral de una Inglaterra proletaria y empobrecida. Su estructura recuerda en mucho a la de Flashdance, o al menos parte del recorrido del personaje principal.

Alex -Jennifer Beals-, acaricia su deseo de ser una bailarina profesional en FLASHDANCE

5.- FLASHDANCE (1983). Adrian Lyne convierte a Cenicienta en soldadora desafiante con deseos de bailar profesionalmente. La chica, que labora arduamente en una acería en el día, baila seductores números en un pequeño restaurante del downtown. Hay un príncipe, una hada madrina y una audición casi de ciencia ficción, con un salto mortal que ha hecho historia. Lo de Flashdance fue un acierto de ese pequeño Midas llamado Adrian Lyne (Atracción fatal, Lolita). Lyne explotó morbo, deseo y ensueño a partir de unos números musicales que desafiaban el peso de la masculinidad. Eso sí, todo ello en plena colaboración con un guionista como Joe Ezterhas (firmante de Bajos instintos y secundado acá por Thomas Headley Jr.). Jennifer Beals fue una princesa de cuento perfecta, aunque en adelante huyera como la peste del estrellato. El guión de la cinta, si se mira bien, tiene una estructura similar

 6.- FOOTLOOSE (1983). La revolución del baile. Considerado pecado en un pequeño pueblo, un joven forastero, recién llegado al lugar, convertirá tal prohibición en la excusa para montar su propia revolución colegial. La preparatoria se transforma en una gran pista de baile. Acaso una suerte de premonitoria Glee con un emergente Kevin Bacon. Kenny Loggins fue quien puso la música y Lori Singer la chica de turno, que desapareció en el firmamento estelar y eso que su belleza reñía en extremo con otra princesa de la pantalla: Darryl Hannah. En 1993 se dejó ver en Short Cuts del gran Robert Altman. Volviendo a Footloose, hay que recordar que está firmada por Herbert Ross. Con tinte de film generacional, allí se colaron Chris Penn y Sarah Jessica Parker, bien flanqueados por John Lithgow y Dianne Wiest.

7.- THE COMPANY (2003). Una de las cintas menos celebradas del gran Robert Altman, aunque todo un exquisito ejercicio cinematográfico para nada inocuo. Ry (Neve Campbell) es una dotada pero conflictiva bailarina de ballet que tiene la oportunidad de convertirse en la bailarina principal de la prestigiosa compañía a la que pertenece, a las órdenes de un reputado coreógrafo. El juego de historias cruzadas se pone de nuevo en acción y Campbell saca a flote su menos conocida faceta: la de bailarina.

 8.- CENTER STAGE (2000). En la línea de A Chorus Line, ya no en el mundo de la danza, de Broadway, sino del ballet. Los chicos protagonistas de esta historia claman por un lugar en el prestigioso American Ballet Theater de Nueva York. La tarea no es nada fácil. Competencia, sacrificio, autonegación y deseos se mezclan en una inocua pero dulce mirada juvenil al mundo que retrata. Menos pérfida que Melrose Place y con más estímulo que Beverlly Hills 2010. La cinta funciona bastante en la pequeña pantalla.

9.- SHALL WE DANCE (1996). En el Japón contemporáneo, un hombre de mediana edad que tiene todo lo que puede desear (una buena casa, una mujer que le quiere y unos hijos encantadores) descubre una nueva pasión que ocultará a todos: el baile. Masayuki Suo hurga en el peso y rutina de la vida laboral en el Japón de hoy, y en la necesidad de realizarse de otra manera más allá de las responsabilidades. Hollywood entregó su propia versión del film con Richard Gere, Susan Sarandon y Jennifer López de protagonistas. A esta versión, un tanto más conocida, le faltó la contención que Tamiyo Kusakari, la maestra de baile, le aportaba en tono al film.

10.- A CHORUS LINE (1984). Tras ganar el Oscar por Ghandi, Sir Richard Attenborough puso en celuloide esta famosa pieza de Broadway, una suerte de larga audición que se pasea por los miedos y sueños de un grupo de bailarines. Éstos, deseosos de ser elegidos, dan lo mejor de sí en unos “solos” sobre el escenario. Michael Douglas tiene una pequeña participación como el coreógrafo responsable de escogerlos. Pero la peli era tan absolutamente fiel al montaje teatral que naufragó en el cine.

Además: Honey (en extremo melosa), Save the last dance (romanticona), Breakdance (urbana y casi documental), Body Rock (sobraba), La lección de tango (inspiradora) y por supuesto: Sevillanas, Tango y Flamenco, estas tres de Carlos Saura.

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